martes, 3 de diciembre de 2013

Sobre Antorcha Campesina


ANTORCHA CAMPESINA ANTECEDENTES
Hace 38 años, bajo un movimiento de restructuración educativa Aquiles Córdova Morán emprendió una lucha por los derechos universitarios.  Apoyando el Proyecto Universidad Autónoma de Chapingo (Proyecto U.A.Ch.), se logró que la Cámara de Diputados aprobara y  publicara la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Chapingo en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1974
Esta victoria no fue del todo satisfactoria, aspirando a ocupar el cargo de rector y, en consecuencia, tener el control sobre la Universidad se desató una campaña en contra del grupo que encabezaba la lucha, y a pesar de que éste ganó un plebiscito su permanencia en la universidad se vio terminada finalmente al ser expulsado  con la entrada del Ejército.  Esta derrota no mermo el interés de este personaje por perfilarse dentro de la política del país. En palabras de Aquiles el siguiente paso en su organización sería el partido político. “En aquellos años, el grupo encabezado por el ingeniero Córdova Morán detectó los problemas que presentaba el socialismo clásico: Eso nos lleva a replantear nuestra ideología, nuestra manera de ver las cosas y, antes de que cayera el socialismo en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), habíamos llegado a la conclusión de que debíamos cambiar la ruta, que debíamos convertirnos en un movimiento político más adaptado a la situación nacional, que teníamos que elaborar un programa nacionalista a favor de los grupos más necesitados del pueblo mexicano y que encauzara la lucha de manera constructiva. En fin, teníamos que convertirnos en un grupo que realmente organizara a la gente para que mejorara su suerte, pero hoy, no dentro de muchos años, menciona el ingeniero Aquiles Córdova.
 Fundando así la organización Antorcha Campesina, como respuesta para ayudar al pueblo en la oscuridad y alumbrar a los campesinos en el camino oscuro en el que viven. Preponiéndose ser ellos quienes “alumbren al pueblo en el camino del progreso, el trabajo y  el bienestar de México” ayudando en el campo a elevar el nivel de vida de los campesinos.

EL BRAZO OCULTO DEL PRI
A lo largo de los años Antorcha Campesina creció superando cualquier expectativa; el portal oficial resalta la presencia en 20 estados con 200 mil seguidores y su gran trabajo por la labor social.
Aunque lo que puede ser cierto después de mi investigación, es que el papel principal de la familia Córdova Moran va mucho más lejos de la defensa de los campesinos.
En este  periodo cuatro familiares de ellos rindieron protesta como diputados federales. Acumulando así tantos bienes materiales y empresas que es difícil cuantificar la fortuna económica del líder nacional y su familia regada en 20 estados del país.
 Entre antorchitas se dice que tienen una riqueza inexplicable que comprende una cadena de gasolineras y otros negocios.
Antorcha está siempre presente en problemas de carácter social.
Su manera de atraer a las personas es llegar a las comunidades marginadas, prestar sus servicios para resolver un problema como la falta de agua o luz por dar solo un ejemplo. Una vez que los involucrados vieron los resultados, antorcha se vale de este agradecimiento y exaltación para invitarlos a formar parte de ellos y de esa manera resolver todos los problemas de su comunidad, a cambio de formar parte de las filas y participar en todas las actividades.
Repitiendo el modelo de un partido político disfrazado de organización social.
En el Iztapalapa, Netzahualcóyotl, área metropolitana y Estado de México es donde se encuentra la mayor concentración de actividad Antorchista. Es curioso cuando se comienza a investigar sobre ello y se descubre el gran impacto que tienen los sectores que mueve la organización en lugares con un déficit en servicios y movimientos económicos formales.  Hay un dicho que dice “separa al grupo y vencerás” y sin duda, Córdova Morán encontró el secreto de la complicidad de funcionarios de los tres niveles de Gobierno para obtener de Pemex 30 concesiones de gasolineras, terrenos para construir viviendas y hoteles; a cambio de proporcionar votos para el PRI. Nada de eso se menciona en su historia oficial. Antorcha existe gracias a un convenio entre el gobierno y sus dirigentes, en donde ellos ganas subsidios a cambio de ser un grupo de choque para los experimentos del estado y un banco de votos asegurado para el mejor postor. 
¿Cuál el sentido de permitir operar a un grupo de esta naturaleza?
La economía necesita de la crisis, pues en un escenario de estabilidad no puede expandirse el mercado, siendo esta la causa de la necesidad por grupos como este, que lucran de las necesidades básicas de sus agremiados. Quienes trabajan sin un sueldo por la promesa de una vivienda, servicios públicos, educación y derecho a las tierras de cultivo. Todo esto a cambio de prestar su total presencia para la organización, en trabajos que van desde hacer campamentos en predios en litigio para expropiarlos y construir viviendas, hacer marchas a favor de candidatos específicos, recolectar fondos con eventos culturales, hacer labor de reclutamiento para la Antorcha, presentarse para lograr una gran mitin, etc.
Un ejemplo de este modo de trabajar lo conocí de manera indirecta por un familiar que  participo en varios mítines y en la ocupación de un predio justo a fuera de la estación de metro Rosario, antiguamente este lugar fue bodega de Liconsa, pero con el tiempo las bodegas quedaron vacías y Antorcha gracias a su línea directa con los gobernadores obtuvo conocimiento del estado del predio, comenzó una campaña de marketing entre sus afiliados; en donde  se les prometió la construcción de un fraccionamiento en el cual el precio sería insólito y muy aforable para los bolsillos de sus afiliados. 
Esto se convirtió en una lucha que duro 15 años, en los que estuvieron a merced de la organización, sin poder desocupar el predio por miedo a perder su lugar en la lista, familias completas vivieron por 15 años en bodegas sin ningún servicio.
 Su larga faena por fin llego a su fin y por contacto de este familiar una pareja amigos suyos  me permitieron platicar con ellos y conocer de cerca el funcionamiento de la antorcha.
El registro fue nulo pues a pesar de haber transcurrido ya un año desde la entrega de su departamento, aún todo es muy incierto pues a pesar de que han pagado su cuota casi en su totalidad (aproximadamente 75 mil pesos por un departamento de 56m2, increíble si se compara con otros desarrollos), las escrituras no les han sido entregadas y solo cuentan con copias del recibo que pagan a su dirigente local.  Así sin más, no conocen el destino de ese dinero ni la constructora que creó el fraccionamiento. Sobra decir lo precario de su estabilidad.
La plática se centro en datos que había recopilado como por ejemplo la gravedad de las denuncias que ex miembros de antorcha habían realizado, después de recibir amenazas por su deserción,  la cantidad de negocios en manos de los dirigentes, o el convenio implícito entre Antorcha y el PRI que es ilógico desde el oficial que Antorcha propone en su página de estar en contra de la privatización y velar por el pueblo. A todas estas preguntas las respuestas fueron muy escuetas pues me explicaron que los dirigentes no les informan de nada de eso pues ellos se enfocan en el trabajo que les requiere su propia meta personal.
 Esto me hizo dar cuenta que Antorcha no es una organización en donde la gente sienta empatía por los valores perseguidos; al contrario su modelo se parece a un partido político en donde cada quien vela por sus intereses y se cumplirán todas las peticiones siempre esperando que gracias a ese apoyo en algún momento toque recibir el apoyo necesario. Un proyecto político invasivo escondido en una organización social que despilfarra dinero, trabajo y en el cual asoman las evidencias de corrupción y resguardo de los mismos intereses económicos que el gobierno procura. Un trabajo que ayuda a la división de las esferas sociales e incide en las desigualdades, lo triste es ver a la gente ponerse al servicio de los mismos poderes facticos que atentan en contra de sus derechos.
Hoy es un fantasma el progreso que perseguimos, uno que provoca frustración y separa cada vez más la brecha entre pobres y los cada vez más pobres, en un país que se prepara para ser de nuevo la epitome de la industria maquiladora y de servicios.
Olvidando que es capaz de ser autónomo.

 María Helena Ramírez Ortega





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